El pasado viernes 24 de octubre El corral de Esquivel, en la Alameda de Hércules, fue el escenario de la presentación del libro "El que no vuela es porque no quiere".
Yago Moliní saca a la calle seis relatos que giran en torno a la muerte, pero lo más llamativo del acto de presentación fue como los distintos relatos visitaron a los asistentes en forma de distintas artes escénicas. Los métodos elegidos para que todos se hicieran una idea de lo que se pueden encontrar, una vez que se sumerjan en el mundo creado por Moliní, fueron el cine, la música, la pintura y el teatro.
Cada uno de los cuatro relatos prensentados tuvo un arte distinto como protagonista, uno gozó de trasladarse al séptimo arte mediante un cortometraje realizado por un alumno de la licenciatura de Comunicación Audiovisual de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla. Por otro lado, un coro dotó de música a otro de los fragmentos de "El que no vuela es porque no quiere". También el teatro tuvo su hueco, mediante la danza mostraron el contenido de otro capítulo. Por último, la pintura estuvo presente durante todo el acto, aunque los cuadros sólo mostraban el significado de uno de los relatos del libro en cuestión.
El autor se mostró satisfecho por el trabajo realizado y orgulloso de que su libro fuera el protagonista de tan peculiar presentación
Yago Moliní saca a la calle seis relatos que giran en torno a la muerte, pero lo más llamativo del acto de presentación fue como los distintos relatos visitaron a los asistentes en forma de distintas artes escénicas. Los métodos elegidos para que todos se hicieran una idea de lo que se pueden encontrar, una vez que se sumerjan en el mundo creado por Moliní, fueron el cine, la música, la pintura y el teatro.
Cada uno de los cuatro relatos prensentados tuvo un arte distinto como protagonista, uno gozó de trasladarse al séptimo arte mediante un cortometraje realizado por un alumno de la licenciatura de Comunicación Audiovisual de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla. Por otro lado, un coro dotó de música a otro de los fragmentos de "El que no vuela es porque no quiere". También el teatro tuvo su hueco, mediante la danza mostraron el contenido de otro capítulo. Por último, la pintura estuvo presente durante todo el acto, aunque los cuadros sólo mostraban el significado de uno de los relatos del libro en cuestión.
El autor se mostró satisfecho por el trabajo realizado y orgulloso de que su libro fuera el protagonista de tan peculiar presentación
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